Cajamarca es una de las regiones más importantes del país, destacando principalmente el ganado vacuno. Por ello la artesanía en cuero se desarrollo notablemente en esta zona. En el virreinato fue utilizado intensivamente, fabricándose petacas o baúles y sillones fraileros además de variedad de elementos en los aparejos para caballos entre otros. Algunos baúles recibieron un tratamiento pintado de calidad excepcional, otros los mas, fueron embellecidos con la técnica del repujado según el sistema cordobés. Los más fantasiosos motivos ornamentales fueron desarrollados en esa técnica, inspirados en el abecedario formal de barroco y del rococó.
Según el censo de 1876 había en Cajamarca especialistas en el trabajo en cuero como adobemos, curtidores, obreros, rienderos, pelloneros, talabarteros, tenzadores y zapateros.
Si bien actualmente se prefieren los materiales sintéticos y plásticos, quedan todavía lagunas localidades con talleres de maestros talabarteros que realizan su producción de manera artesanal. Por otro lado, se ha desarrollado una importante industria de calzado que se realiza parcialmente a mano, actividad regional que tiende a crecer.
Un factor importante en este desarrollo es la calidad del cuero producido en las curtiembres locales, como la de Porcon. El producto se obtiene de vacunos, ovinos, camélidos, venados y zorros, que proporcionan la materia prima necesaria para la confección de muebles, monturas, carteras, monederos, etc.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario